sábado, 30 de julio de 2011

Punta Brava - Rambla de Castro

    30.05.2011


Ese día el tiempo no acompañaba, era posible que lloviera, y dudamos un poco. 
Pero finalmente nos decidimos a salir.
Partimos del barrio costero de Punta Brava (que pertenece al Puerto de la Cruz), en
        dirección a la Playa de los Roques.



Ver Punta Brava - Rambla de Castro en un mapa más grande


Pasando por delante del hotel Maritim, nos dirigimos al final
de la calle, desde donde accedimos al camino.
El cual, tiene unas vistas espectaculares desde lo alto. 

                              
Caminamos por un sendero que bordea el acantilado
protegido en su mayor parte por una valla de madera.



         Al final de este, antes de seguir la ruta que sube, valió la pena desviarse unos metros para ver unas
         curiosas formaciones rocosas, erosionadas por el paso del tiempo.


Seguimos el camino por una pequeña vereda, que sube haciendo zig zag.


      (¡Vaya!, alguien se dejo olvidados estos desechos aquí, en fin...) 

Y al final llegamos a una zona poblada, cogimos la carretera a la derecha,
seguimos sin desviarnos.Y tras cuatrocientos metros aproximadamente, tomamos una calle
a la derecha.
Desde allí continua de nuevo la ruta.
Las vistas..., sin palabras.
Aquí comienzan Las Ramblas de Castro.
Todo el sendero está protegido por un muro bajo,
¡CUIDADO si van con niños!.



Este edificio medio derruido que vimos abajo, pertenece a la compañía de aguas,
en la zona hay algunas galerías de agua, abiertas en el pasado,
y hoy en día abandonadas y  tapiadas.


Y llego el final de nuestro camino, tras cruzar un puente de madera
y descansar un poco al otro lado.
Las nubes decidieron regarnos levemente y nos volvimos a casa,
tomando el mismo sendero de vuelta.
Aunque la ruta seguía hasta el mirador de San Pedro, y una bellísima
zona llena de palmeras, como de historia de piratas.
Piratas como el conocido Cabeza de Perro

 
Si seguimos el camino, subiremos junto a una casa reformada,
y sin desviarnos tomaremos el primer cruce a la derecha.
Este nos lleva al mirador, y al verdadero final de la ruta.
Dejo unas fotos para que contemplen el lugar.


Y nos fuimos, bajo la llovizna.


  • Dificultad: Fácil.
  • Duración: 1 hora y media.
  • Distancia: 9 km.
  • Consejos: Aunque la ruta está delimitada, hay que tener mucho CUIDADO al mirar al mar desde ciertas zonas fuera del camino, no están bien protegidas. Con los niños, mil ojos

1 comentarios:

Qué bien lo pasamos ese día, es una ruta preciosa. Fue una pena que comenzara a llover, y tener que acortar el pateo. Pero bueno, no hay mal que por bien no venga, así habrá que repetirlaaaaa.....jejeje....y será prontitoooo.... Un abrazo.

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